viernes, 9 de julio de 2010

Que es el Dengue y como prevenirlo.


El dengue es una enfermedad estrechamente ligada a los hábitos de vida comunitaria. Prevenirlo es fácil cuando sabemos cómo hacerlo.
Para incorporar hábitos sanitarios que nos ayuden a combatir el dengue, debemos compartir la información básica sobre este mal.
Se trata de una enfermedad infecciosa, cuyo agente causal es un virus perteneciente a la familia de los flavovirus es propio de zonas geográficas de clima tropical y subtropical, afecta sobre todo a personas no vacunadas, viajeros hacia regiones tropicales y muy especialmente a los niños.
¿Cuáles son sus síntomas? En el hombre, el período de incubación suele ser de 5 a 8 días, el inicio del cuadro es brusco, con aumento rápido de la temperatura y escalofríos, cefalea intensísima, dolor detrás de los ojos, dolores musculares generalizados y en la región lumbar.
Luego aparecen manchas en la piel, comenzando en el tronco, extendiéndose hacia la cara, las manos, antebrazos y pies, pudiendo confundirse en el primer momento con el sarampión.
El vector del dengue es un mosquito llamado Aedes Aegypti, el cual, al estar infectado, puede transmitir el virus al picar a personas sanas.
El insecto se vuelve transmisor cuando incorpora el virus picando a una persona infectada, luego de tres a quince días prospera la infección y el mosquito puede trasmitir el virus por el resto de su vida.
La transmisión de la enfermedad de una persona infectada a otra sana no es posible, por lo cual el trato hacia los pacientes afectados por el dengue debe ser normal y corriente, pudiendo convivir con sus familiares sin riesgo. El personal de salud, por su parte, debe aplicar en estos casos las normas de bioseguridad universales.

La prevención del dengue se realiza, básicamente, controlando a su vector: el A. Aegypti, y para ello debemos saber cuáles son sus hábitos.
Se trata de un mosquito que vive preferentemente cerca de los asentamientos humanos y ha desarrollado hábitos domésticos. Ciertas condiciones domiciliarias hacen posible su ciclo vital, proporcionándole un hábitat adecuado. La hembra pone sus huevos en pequeños depósitos de agua en casas y jardines. Macetas, latas, botellas, neumáticos abandonados, floreros a los cuales no se les renueva el agua, etc., son ideales para su reproducción.
Los expertos aseguran que su radio de influencia es muy pequeño, manteniéndose muy cerca de su lugar de nacimiento. Por ello se dice que cada familia "cria sus propios mosquitos" al descuidar la limpieza de esos recipientes y cualquier otro depósito de agua corriente o de lluvia dentro de su domicilio.
Es imprescindible erradicar estos pequeños criaderos de mosquitos vaciando los recipientes, eliminando envases vacíos, renovando diariamente el agua de bebederos de animales y floreros, etc.
La segunda forma de prevención es evitar la picadura del mosquito. A diferencia de otras especies, el A. Aegypti pica principalmente durante el día, especialmente a la mañana y en las últimas horas de la tarde. Su vuelo es bajo, por lo cual pica generalmente los pies y las pantorrillas. Podemos prevenirnos de la picadura usando repelentes para insectos de varios tipos.
Los ambientales, en forma de spray, pastillas termoevaporables, velas, líquidos pulverizables, etc. Los de uso personal, cuya presentación puede ser en cremas, geles, lociones, etc.
Instalar protectores mosquiteros en las cunas de los bebés y las camas de los niños es una buena forma de evitar que los piquen mientras duermen. La medida puede extenderse hacia las personas adultas.
Por último, compartir esta información con otras personas es la manera más directa de ayudar en el control del dengue.

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