Las complicaciones de salud son en su mayoría físicas, pero todas tienen componentes mentales que pueden agravarlas o no.
“Cualquier afección física afecta al psiquismo inmediatamente”, afirma el doctor Secundino Palacios, especialista en psiquiatría.
Este tipo de reacción cabe en la categoría de “psiquiatría de enlace”, una sub-especialidad que trabaja en conjunto con todas las demás ramas de la medicina para lograr una recuperación física ante cualquier enfermedad con un mínimo caso de trauma psicológico, ya que muchos médicos afirman que la medicina trata a personas enfermas, no enfermedades, así que lograr que un paciente mantenga un esta- do anímico positivo frente a una enfermedad es recorrer buena parte del camino hacia su recuperación.
La incidencia del ánimo en la salud física es tal, que algunas afecciones no tan severas como cólicos abdominales, lesiones en la piel, colon irritable o jaqueca, son el resultado de largos períodos de estrés, angustia, desesperación y estados depresivos.
Esto se conoce como psicomatización de las enfermedades, porque estos síntomas no ceden al tratarlos con antibióticos; sin embargo, mejoran cuando se tratan en el aspecto psicológico con terapias de relajación y otras técnicas.
“En términos médicos, la movilidad de la serotonina y dopamina, dos neurotransmisores cerebrales, ayuda a pronosticar el final de muchas patologías, porque estos determinan la depresión y tristeza”, explica Palacios para decir que el estado de ánimo puede llevar a un enfermo a mejorarse considerablemente, es decir que tener una buena actitud, aunque se esté lidiando con un cáncer, sí ayuda.
Algunos estudios médicos afirman que las personas que suelen ser más felices y entusiastas son menos propensas a desarrollar enfermedades cardiacas, una prueba más de la influencia de la mente.
Procesos mentales “Ante cualquier enfermedad debe haber un proceso mental de recuperación, con la ayuda adecuada es muy probable que se transmita al bienestar físico”, sugiere el psiquiatra, quien ha recibido muchos pacientes referidos desde otros especialistas de la salud.
“No hay por qué permitir que un paciente sufra una crisis, por eso es importante estar debidamente entrenado al momento de informar a un enfermo su condición”, apunta Palacios.
Pero no solo las malas noticias pueden descompensar a un paciente, hasta una gran felicidad puede causar un trastorno emocional que provoque otras situaciones.
“En el caso de las buenas noticias hay personas que se descompensan, como alguien que se acaba de enterar que ganó la lotería, esa persona no va a estar actuando con toda normalidad, hay alteraciones psicológicas y nerviosas que se producen”, dice el galeno.
INTERVENCIÓN PSICOLÓGICAEl doctor Secundino Palacios explica que en todo momento de la vida del ser humano, existen los llamados estresores psicosociales afectando al sistema nervioso central, que no son más que las situaciones cotidianas que afectan psicológicamente al individuo.
“Si la crisis energética, los problemas familiares, el estrés en el trabajo pueden llegar a alterar fuertemente a una persona, imagínate lo que puede pasar si ésta se entera de que padece una enfermedad terminal, por eso es tan necesaria una adecuada intervención psicoterapéutica”, señala.
Laura Núñez , Listin Diario
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