martes, 18 de mayo de 2010

El Instituto de Oncología lucha contra el cáncer con tecnología

SÓLO EL AÑO PASADO ESTE CENTRO ATENDIÓ A MÁS DE 90 MIL PACIENTES Y ABRIÓ 10,900 NUEVOS CASOS

Aportes. El Instituto exoneró el año pasado 30 millones de pesos a pacientes que no podían aportar nada a la cuota de recuperación.

Miles de personas encuentran cada año prevención, diagnóstico y tratamiento para el cáncer, en el Instituto de Oncología Dr. Heriberto Pieter, un centro especializado en la atención integral con más de medio siglo salvando vidas que se creían perdidas.
En estos momentos construye un nuevo edificio que permitirá la ampliación de sus servicios y contar con tratamientos de última generación, como la braquiterapia de alta tasa de dosis.
Es una especie de Pet-CT Scanner, un equipo que permite descubrir lesiones mínimas que no pueden ser detectadas ni por el tomógrafo ni la resonancia magnética.
También se empleará el Ciclotron para producir el material radioactivo, entre otros sistemas especializados que permitirán un mejor diagnóstico.
La nueva edificación, que se levanta en las proximidades de la Facultad de Ciencias Jurídica de la UASD, desde hace tres años, sustituirá a la que desde hace décadas opera en la calle Correa y Cidrón, en la Zona Universitaria.
Manejo de expedientes Durante los meses de marzo del 2009 a marzo de este año, el Instituto de Oncología ha atendido 92,000 pacientes; realizó 1,713 cirugías mayores y 1,414 menores; aplicó tratamiento de radioterapia a 23,495 pacientes y abrió 10,900 nuevos expedientes, de acuerdo a los datos ofrecidos por la directora del centro, doctora Catalina González Pons.
El cáncer de mamas ocupa el primer lugar entre los pacientes del Instituto que por año registra unos 700 nuevos casos. En segundo lugar está el de cuello uterino cuyo registro alcanza los 600 nuevos casos; y en hombres priman los de próstata y pulmón, en ambos casos el de colon.
Le preocupa que más del 70 por ciento de las pacientes que presentan cáncer de cuello uterino llegan con lesiones muy avanzadas, a pesar de que es prevenible.
El Instituto se mantiene, explica su directora, con un presupuesto mensual de 60 millones de pesos y apenas recibe una subvención estatal al mes de un millón 150 mil pesos, de los cuales 200 mil pesos son utilizados en la prevención del cáncer cérvico uterino; 850,000 para servicios de pacientes y 100 mil pesos compra de calmantes.
Subsiste del aporte por los servicios prestados y de donaciones voluntarias. Destaca como un gran paso, que creyó nunca vería, el hecho de que el 30 por ciento de los pacientes pertenecen al régimen subsidiado y sus tratamientos son cubiertos por el Seguro Nacional de Salud (Senasa).
El costo de un tratamiento de cáncer de mamas oscila entre 700 mil y 1.5 millones de pesos. González Pons lamenta que a veces por falta de información algunos pacientes salen de la institución sin tratamiento, pero asegura que si esa persona llega a los canales correspondientes recibe gratis toda la atención que necesita.
Para evitar esos casos, que por lo general se dan en los más pobres, su sueño es contar con un personal cuya misión sea acompañar al paciente desde que entra al hospital.
Vocación de servicios El instituto Oncológico nació empujado por la mística de servir y la preocupación de un grupo de familias dominicanas, entre las que figuran prestantes médicos que veían crecer esta enfermedad y que hoy se ubica entre las principales causas de muertes en el país.
Muchas de esas familias que impulsaron en el 1942 la creación de la Liga Dominicana Contra el Cáncer, de donde nació el Instituto, aún mantienen sus vínculos y aportes al hospital, que lleva el nombre de Dr. Heriberto Pieter, por ser ese destacado oncólogo quien en 1947 se desprendió de su fortuna de 40 mil pesos para dar inicio a la construcción del entonces Instituto de Oncología “Milagros de la Calidad”, instalaciones que aún ocupa.
Inició sus servicios en el 1943 en una de las salas del hospital Padre Billini y es la Casa R. Esteva y Compañía la primera que da las facilidades para adquirir el primer equipo de radioterapia puesto en servicio en mayo del 1945.
En el 1949 el centro tenía ingresados 206 pacientes y había dado radioterapia a unos 374. Hoy, el Instituto de Oncología ve en un año 92,000 pacientes y anualmente diagnostica 2,300 nuevos casos de cáncer, siendo los más frecuentes el de mamas y de cuello uterino.
De la primera Junta Directiva de la Liga se destacan los nombres de Fernando Batlle, W. Troncoso, Elpidio Ricart, Darío Contreras, Héctor Valdez, José Sová, Francisco Moscoso Puello, Heriberto Pieter, Manuel Emilio Perdomo, Rafael Santoni, Manuel Pastoriza, Julio Pérez Licaire, Alberto Paiewonsky, Manuel Ribiu y W. Medrano Hijo.
Desde entonces, afirma su directora, el Instituto no ha perdido nunca su mística, siendo el único centro del país que ofrece todas las disciplinas oncológicas y el tratamiento integral a pacientes con cáncer, sobre todo a personas carenciadas de recursos económicos.
Los bajos costos, asegura, son características fundamentales de la institución, exonerando el año pasado RD$30 millones en servicios a pacientes que no pueden aportar nada a la cuota de recuperación, más RD$12 millones en medicamentos donados por la Asociación de Voluntarias, fundada en el 1970 por Rosa Emilia de Tavárez, quien luego pasó a dirigir la Liga Dominicana contra el Cáncer.
En el 1975 se inicia la residencia de oncología, de la mano del doctor Eduardo Segura, actual presidente de la Liga. Unos 100 especialistas se han formado en ese centro.
El nombre de Heriberto Pieter fue asignado al Instituto a raíz de su muerte en 1972.
LABOR PREVENTIVA EN LA POBLACIÓN Dentro de su labor preventiva, la Liga Dominicana contra el Cáncer y el Instituto desarrollan diferentes programas. Uno de ellos es la Clínica de la Mujer, donde se reciben mujeres sanas y se hacen chequeos preventivos y se manejan lesiones pre malignas. Allí se reciben 180 pacientes diario y 30 casos de lesiones de cuello uterino.
Con el fin de llevar prevención a las comunidades, la Liga dispone de una unidad móvil dotada de sonógrafo y equipos de colposcopia y asa diatérmica para el manejo de las lesiones pre malignas de cuello uterino. Desde el 1993 desarrolla un programa de educación y prevención precoz de ese tipo de cáncer, que ocupa el segundo lugar dentro de los pacientes que acuden al instituto.
Tienen también la clínica de Cuidados Paliativos y Alivio al Dolor dirigida a mejorar la calidad de vida del paciente.
Además, el Registro Hospitalario de Tumores, que en los últimos 12 años ha registrado cerca de 30 mil nuevos casos de cáncer, y ha permitido aportar para la definición de políticas y programas.
El servicio de medicina nuclear cuenta con avanzados equipos de gama cámara que permite diagnosticar todo tipo de cáncer y tratar el cáncer de tiroides.
Cuenta para el tratamiento de cáncer uterino con el equipo de braquiterapia de alta tasa, que es el primero en el país y fue adquirido por la Liga a un costo de 300 mil dólares. Ha permitido reducir las secciones de radioterapia de 72 horas corridas a 10 minutos.
Ambas entidades asumieron el compromiso institucional mediante un acuerdo de fortalecimiento basado en el Sistema de Gestión de Calidad, Plan Estratégico Institucional y el Programa Nacional de Control de Cáncer. Ofrece, además, apoyo psicológico y emocional a los pacientes, quienes participan en talleres en que se elaboran cerámicas, prendas y objetos de belleza.
Publicado en el Listín Diario por Doris Pantaleón

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