miércoles, 5 de mayo de 2010

El uso del sonar militar plantea una amenaza mortal a las ballenas y a otros mamíferos marinos

Las ballenas y otros mamíferos marinos dependen de su oído para las funciones más básicas de la vida, como la orientación y la comunicación. Es mediante el sonido que encuentran comida, amigos, pareja y su camino por el mundo todos los días.
Así que cuando un sonido miles de veces más poderoso que un motor a reacción les llena los oídos, los resultados pueden ser devastadores, e incluso mortales.
Esta es la realidad que enfrentan las ballenas y otros mamíferos marinos debido al ruido causado por las actividades humanas en el océano, ya sea el sonido de las pistolas de aire usadas para la exploración petrolera o el sonar que emiten submarinos y barcos. El sonido causado por el hombre puede ahogar los ruidos de los que dependen los mamíferos marinos para su supervivencia, causándoles serias lesiones e incluso la muerte.

Como afecta el sonar a las ballenas
Si alguna vez has visto una película de submarinos, probablemente tengas una idea básica de su funcionamiento. Los sistemas de sonar activos producen intensas ondas de sonido que recorren el océano como un reflector, revelando objetos en su camino.
Algunos sistemas funcionan a más de 235 decibeles, produciendo ondas de sonido que pueden viajar a través de decenas o incluso cientos de millas de océano. Durante pruebas en la costa de California, el ruido del sistema principal de sonar de baja frecuencia de la Marina se detectó en toda la amplitud de la zona norte del Océano Pacífico.
Conforme a cálculos de la Marina, incluso a 300 millas de la fuente, esas ondas de sonido pueden conservar una intensidad de 140 decibeles, cien veces más intenso que el nivel conocido que altera la conducta de las ballenas grandes.
Los sistemas de sonar más usados por la Marina funcionan en el rango de media frecuencia. Las pruebas del peligro causado por esos sistemas salieron a la luz dramáticamente en el 2000, cuando ballenas de cuatro especies diferentes quedaron varadas en playas de las Bahamas. Aunque la Marina inicialmente negó ser responsable, la investigación del gobierno estableció que el sonar de media frecuencia causó los encallamientos.
Después del incidente, casi desapareció la población de ballenas picudas de Cuvier en el área, llevando a los científicos a concluir que abandonaron su hábitat o murieron en el mar. Han ocurrido encallamientos en masa similares en las Islas Canarias, Grecia, Madeira, las Islas Vírgenes de los Estados Unidos, Hawai y otros lugares alrededor del mundo.

VARAMIENTOS DE BALLENAS
Numerosos varamientos en masa y muertes de ballenas en todo el mundo se han relacionado con el uso del sonar por la milicia.
· Octubre de 1989: Por lo menos 20 ballenas de tres especies vararon durante ejercicios navales cerca de las Islas Canarias.
· Diciembre de 1991: Dos ballenas picudas de Cuvier vararon durante ejercicios navales cerca de las Islas Canarias.
· Mayo de 1996: Doce ballenas picudas de Cuvier vararon en la costa oeste de Grecia cuando barcos de la OTAN barrieron el área con sonar activo de baja y media frecuencia.
· Octubre de 1997: Por lo menos nueve ballenas picudas de Cuvier vararon en el Mar Jónico, con actividades militares reportadas en el área.
· Octubre de 1999: Cuatro ballenas picudas vararon en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos durante maniobras de la Marina en la costa.
· Mayo de 2000: Una ballena picuda varó en Vieques cuando los ejercicios navales estaban por comenzar en la costa.
· Mayo de 2000: Tres ballenas picudas vararon en las playas de Madeira durante ejercicios navales de la OTAN cerca de la costa.
· Abril de 2002: Una ballena picuda y una jorobada vararon cerca de Vieques durante un ejercicio de entrenamiento de grupo de batalla en la costa.
· Septiembre de 2002: Por lo menos 14 ballenas picudas de tres especies diferentes encallaron en las Islas Canarias durante un ejercicio de guerra antisubmarino en el área. Cuatro ballenas picudas más vararon durante los siguientes días.
· Mayo de 2003: Alrededor de 11 marsopas de la bahía quedaron varadas en las playas del estrecho de Haro en el estado de Washington, mientras el USS Shoup hacía pruebas de su sistema de sonar de media frecuencia.
· Junio de 2004: Hasta seis ballenas picudas vararon durante un ejercicio de entrenamiento con sonar de la Marina en las afueras de Alaska.
· Julio de 2004: Aproximadamente 200 ballenas cabeza de melón se agruparon en las aguas superficiales de la Bahía Hanalei en Hawai mientras se realizaba un gran ejercicio con sonar de la Marina en las cercanías. Los rescatistas lograron hacer que todas las ballenas menos una regresaran al mar.
· Julio de 2004: Cuatro ballenas picudas vararon durante ejercicios navales cerca de las Islas Canarias.
· Enero de 2005: Por lo menos 34 ballenas de tres especies vararon a lo largo de las Outer Banks de Carolina del Norte mientras se realizaban entrenamientos de la Marina con sonar en la costa.
· Enero de 2006: Por lo menos cuatro ballenas picudas vararon en el Golfo de Almería, España, mientras se realizaban ejercicios con sonar en la costa.
Impactos letales del sonar
Muchos de esos cetáceos varados en las playas han sufrido traumas físicos, incluidas hemorragias alrededor del cerebro, oídos y otros tejidos, y grandes burbujas en sus órganos.
Esos síntomas son semejantes a un caso grave de “the bends”, la enfermedad que puede matar a los buzos que suben a la superficie demasiado rápido desde aguas profundas. Los científicos creen que el sonar de media frecuencia puede hacer que ciertas ballenas cambien sus patrones de nado de una manera que sus cuerpos no lo pueden soportar, causando lesiones debilitantes e incluso fatales.
Las ballenas varadas son solo el síntoma más visible de un problema que afecta a cantidades mucho mayores de animales marinos. Se ha demostrado que el sonar de la Marina trastorna los hábitos alimenticios y otras conductas vitales, y hace que una amplia gama de especies sientan pánico y huyan. A los científicos les preocupa el efecto acumulativo de todos esos impactos en los mamíferos marinos.
Incluso la Marina calcula que el aumento en los entrenamientos con sonar dañarán considerablemente a los mamíferos marinos más de 10 millones de veces durante los próximos cinco años tan solo en la costa de los Estados Unidos.
NRDC ha sido líder en la batalla para reglamentar el uso del sonar y proteger a las ballenas y otras especies de sus dañinos efectos. En 2008, un caso presentado por NRDC contra la Marina de EE.UU. fue escuchado por la Suprema Corte de los Estados Unidos [en inglés].
Publicado por la revista La Onda Verde

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